It's sale time, hurry up!
:
:

¿La diabetes afecta tu circulación? Aquí te explicamos cómo

23 October 2025 Read time: 12min

¿La diabetes afecta tu circulación? Aquí te explicamos cómo

¿Sabías que los efectos invisibles de la diabetes pueden manifestarse primero en sitios que casi nunca vigilamos? Piensa en todo ese “hormigueo” aparente en los pies, el enrojecimiento raro de las piernas, la imposibilidad de cicatrizar heridas diminutas o inclusive el súbito frío que invade tus manos. Si algún profesional te ha advertido de la temida “mala circulación”, detente aquí: lo que sigue NO es una nota común, es lo que realmente debes saber antes que sea inevitable. Porque la diabetes es mucho más que glucosa alta. Siguiendo estudios robustos y la práctica clínica avanzada, te mostraré por qué ningún otro factor deteriora tanto la micro y macro circulación como la hiperglucemia mal cuidada. Lee hasta el final, compártelo después: podría cambiar el destino de alguien que aprecias.

¿Qué ocurre en tus vasos sanguíneos cuando hay diabetes?

En su fase inicial, tanto la diabetes tipo 1 (DT1) como la tipo 2 (DT2), parecen “silenciosas” sobre tu sistema vascular. Sin embargo, incluso antes del diagnóstico, el daño ya empezó, muy especialmente a nivel endotelial (la capa que recubre tus arterias, arteriolas y capilares). La hiperglucemia crónica por sí sola induce “glucotoxicidad”[1], fenómeno molecular que desencadena alteraciones estructurales de los vasos y funcionales de las células endoteliales, resultando en menor producción de óxido nítrico, pérdida de elasticidad vascular, y sobreexpresión de moléculas proinflamatorias.

La evidencia sugiere que incluso incrementos modestos sobre el rango normal de glucosa incrementan la disfunción endotelial[2]: si mantienes tu glucosa mal controlada (HbA1c > 7.5%), la circulación comienza a deteriorarse desde los primeros 5 a 10 años, pero en algunas personas con predisposición genética, el daño aparece antes.

El exceso de glucosa produce también AGE’s (Advanced Glycation Endproducts)[3], moléculas endiabladas que atrapan proteínas y lípidos, formando “placas” que rigidizan aún más los vasos. Por su parte, los radicales libres aumentan dramáticamente, no solo por la glucosa, sino por la inflamación y la insulina elevada, empeorando la microangiopatía diabética[4].

Macroangiopatía: los grandes vasos también sufren

No se trata solo de capilares y arteriolas. La diabetes multiplica el riesgo de aterosclerosis (obstrucción progresiva de arterias) en tus carótidas, coronarias y miembros inferiores. El clásico estudio UKPDS[5] reveló que los diabéticos multiplican por 2–4 veces el riesgo de infarto y eventos cerebrovasculares en relación con no diabéticos del mismo grupo de edad y factores de riesgo similares.

¿Hay datos duros para México? En el ENSANUT 2020[6] ya se documenta que hasta el 40% de las amputaciones no traumáticas en adultos mayores se deben a complicaciones vasculares atribuibles a diabetes mal controlada, especialmente en las áreas donde los servicios de seguimiento son insuficientes. Un costo humano devastador.

Microangiopatía: pequeñas lesiones, grandes problemas

¿Pero qué hay de la microcirculación, esa red íntima de capilares que irrigan retina, riñón, piel y nervios periféricos? Los estudios recientes muestran que hasta el 70% de los diabéticos desarrollan algún grado de microangiopatía en los primeros 15 años de diagnóstico[7]. Los signos iniciales: microalbuminuria (daño renal incipiente), retinopatía no proliferativa (microhemorragias en la retina), neuropatía distal (entumecimiento y ardor en extremidades). Todo, consecuencia directa del deterioro capilar.

En el pie diabético, se da la “tormenta perfecta”: mala perfusión, pérdida de sensibilidad, y un ambiente inflamatorio. Todo esto provoca úlceras que no cicatrizan y peligro de gangrena. Aproximadamente 1 de cada 5 pacientes diabéticos tendrá una úlcera en su vida. ¡UNA ÚLCERA YA ES SINÓNIMO DE RIESGO DE AMPUTACIÓN![8]

El círculo vicioso: Diabetes, circulación, y más diabetes

Muchos pacientes piensan que cuidar el azúcar es suficiente. Error fatal. El daño vascular, una vez activado, sigue aun con glucosas normales, por acción de los AGE’s y el estrés oxidativo. Por eso es tan importante un control multifactorial: glucemia, presión arterial, lípidos, y ¡nutrición antiinflamatoria de precisión!

Aquí es donde entran factores menos mencionados pero igual de clave: deficiencia de vitamina D, alteración del magnesio y bajos niveles de antioxidantes acentúan los procesos inflamatorios y el daño vascular[9]. Estudios controlados han hallado que pacientes diabéticos con vit D <30ng/dl presentan mayor progresión de microangiopatía renal y retiniana. Y sólo 1 de cada 5 mexicanos con diabetes tiene niveles óptimos, ¡una omisión enorme que sigue pasando desapercibida en consultas[10]!

Más allá de los medicamentos: Nutrición y suplementación selectiva

La literatura más reciente (Lancet Diabetes & Endocrinology, 2021)[11] apunta a beneficios aditivos utilizando estrategias nutrigenómicas y suplemento-dietéticas específicas además de fármacos convencionales. Por ejemplo:

  • Magnesio: Mejora función endotelial, reduce P.A. y baja resistencia a insulina. Suplementación oral diaria en dosis de 300 mg puede disminuir marcadores de inflamación vascular hasta un 20% en tres meses[12].
  • Omega-3: Ácidos grasos de cadena larga regulan citocinas proinflamatorias. Tres meta-análisis coinciden: suplementación ≥ 1gr/día durante 12-24 semanas mejora la elasticidad arterial y disminuye la VFG (velocidad de formación de placas) en hasta 15%[13].
  • Complejo B (especialmente B6, B9, B12): Esenciales para el metabolismo homocisteína, molécula asociada a daño endotelial precoz. Niveles bajos se asocian fuertemente con progresión rápida de neuropatía y enfermedad vascular periférica[14].
  • Vitamina D3: Pacientes con D3 > 35ng/mL presentan mejora significativa en la reactividad vascular, reducción en la proteinuria y menor riesgo de progresión a insuficiencia renal estadio IV[15].

Por cierto, si nunca has ajustado realmente tus vitaminas o necesitas guía genuina en suplementación selectiva, consulta nuestra sección especializada en suplementos y vitaminas para diabetes en Nutra777 Diabetes —sólo productos con respaldo científico, seleccionados por expertos y entregas rápidas en México.

Hábitos cotidianos que sí marcan la diferencia

  • Hazte exámenes de HbA1c y perfil lipídico mínimo 2 veces al año.
  • Camina, aunque sean trayectos cortos, pero todos los días; el ejercicio mejora el flujo por vasodilatación mediada por óxido nítrico.
  • Verifica regularmente pies y piernas; ante cualquier herida, acude pronto. La prevención aquí salva extremidades.
  • No fumes (nunca). El tabaco daña directa e instantáneamente tu endotelio.
  • Limita azúcares refinados y grasas trans. Prefiere frutas pequeñas (guayaba, fresas, toronja), pescados grasos, semillas y vegetales frescos.
  • Revisa que no tengas deficiencias crónicas de vitamina D y magnesio. El 90% de mis pacientes con complicaciones las tenían, y mejora muchísimo el pronóstico al corregirlas.

Mitos peligrosos sobre la circulación y la diabetes

“Si no tengo dolor, entonces todo marcha bien”. FALSO. Más de la mitad de las lesiones vasculares avanzadas en diabetes son asintomáticas hasta que desencadenan una complicación grave (úlceras, infarto o accidente vascular cerebral)[16].

“Solo los adultos mayores deben preocuparse”. En la actualidad, la microangiopatía y aterosclerosis acelerada se están presentando en pacientes de <40 años con diabetes tipo 2, especialmente si además hay obesidad, tabaquismo o hipertensión[17]. El daño no respeta edades.

“La circulación mejora con productos milagro o remedios herbolarios”. No sustituyen ni existen atajos. Sólo el control documentado de glucemia, presión y factores nutricionales previene o revierte daños. Desconfía de todo lo que prometa “curar” sin sustento real.

¿Cómo saber si tu circulación ya está afectada?

Solicita a tu médico estos estudios y valoraciones anualmente si tienes diabetes:

  • Índice tobillo-brazo (ITB): mide obstrucción de arterias en extremidades.
  • Microalbuminuria en orina: marcador temprano de daño renal vascular.
  • Fondo de ojo digital: detecta lesiones microvasculares precoces en retina.
  • Velocidad de conducción nerviosa: útil ante síntomas de neuropatía.

Y aún si estos son “normales”, recuerda: la progresión muchas veces NO se ve hasta que es casi irreversible. No esperes síntomas graves para tomártelo en serio.

Avances terapéuticos recientes

La llegada de los inhibidores SGLT2 y los analogos de GLP-1 representa un cambio radical: además de controlar glucosa, estos medicamentos han probado reducir eventos cardiovasculares y renales, formando parte obligada en pacientes con daño vascular evidente[18]. Cada vez más estudios demuestran que, junto a una nutrición optimizada y suplementación, la reducción de complicaciones se acelera.

No lo olvides, personalizar la terapia es la tendencia: lo que funciona para tu vecino no es necesariamente para ti. Cada caso necesita ajustes según perfiles genéticos y metabólicos.

El futuro: ¿Puedo revertir el daño vascular si ya tengo diabetes?

La reversión total de daño avanzado es rara, pero los estudios de intervención intensiva (ACCORD, ADVANCE)[19] confirman que mejorando control glucémico (HbA1c <7%), optimizando micronutrientes (vitaminas, antioxidantes, omega 3) y hábitos cotidianos, sí se puede detener y hasta revertir daño temprano en 40–60% de los casos en 3–5 años.

Es decir: nunca es “demasiado tarde”, pero mientras antes actúes, más tejido y funciones podrás preservar.

¿Qué sigue?

Sugerencia de oro: si quieres acceso a guías prácticas, estudios recientes y recomendaciones de suplementos validados para circulación, entra a la tienda Nutra777 en este enlace. La sección para diabetes tiene los nutrientes y combinaciones con más respaldo clínico, asesoría cercana y promociones constantes.

¿Tienes dudas concretas? Habla con expertos, NO caigas en consejos de redes o influencers sin formación. Tu circulación merece atención de especialistas y estrategias comprobadas. No te la juegues.

Reflexión final

La diabetes no solo “afecta la circulación”: puede determinar tu calidad, tu autonomía, tu futuro. La ciencia y la nutrición de precisión ofrecen salidas reales a un problema devastador pero mitigable. Compartir este artículo puede ser el primer paso para crear una conciencia auténtica —si sabes de alguien con diabetes o factores de riesgo, pásale esta información, discútanla en familia.

Y repito: no ignores los signos ocultos, actúa hoy. La diferencia se mide en vidas salvadas y calidad recuperada.


Referencias

[1] Nishikawa T, et al. Diabetic vascular complications and oxidative stress: DN. Diabetologia 2001;44(8): 100. [2] Ceriello A, et al. Endothelial dysfunction and diabetes: the role of hyperglycemia. Curr Diab Rep. 2002;2(3): 254–6. [3] Brownlee M, et al. Advanced glycation end products in diabetic vascular complications. N Engl J Med. 1992; 327: 544–9. [4] Giacco F, Brownlee M. Oxidative stress and diabetic complications. Circ Res. 2010;107(9):1058–70. [5] UKPDS Group. Intensive blood-glucose control with sulphonylureas or insulin compared with conventional treatment and risk of complications in patients with type 2 diabetes. Lancet. 1998;352(9131):837–53. [6] ENSANUT 2020: Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2020, INSP, México. [7] American Diabetes Association. Standards of Medical Care in Diabetes—2024. Diabetes Care 2024;47(Suppl. 1):S89–S96. [8] Armstrong DG, et al. Five-year mortality after initial hospital admission for diabetic foot ulcers. Diabetologia. 2020;63(10):2055–67. [9] Maras JE, et al. Magnesium intake and vascular diseases risk in diabetes. A meta-analytic approach. Diabetes Care. 2018;41:2262–9. [10] González–López JR, et al. Prevalencia y factores de riesgo de hipovitaminosis D en adultos diabéticos mexicanos. Rev. Endocrinol Nutr. 2022;30(5):130–6. [11] Evert AB, et al. Nutrition therapy for adults with diabetes or prediabetes: a consensus report. Diabetes Care. 2021;44(6):1311–28. [12] Dickinson HO, et al. Magnesium supplementation for correcting hypomagnesaemia in people with type 2 diabetes. Cochrane Database Syst Rev. 2015;11:CD010293. [13] Hartweg J, et al. Omega-3 polyunsaturated fatty acids (PUFA) for type 2 diabetes mellitus. Cochrane Database Syst Rev. 2017;6:CD003205. [14] Parfrey PS, et al. Homocysteine and vascular disease in diabetes. N Engl J Med. 2003;348:1212–16. [15] de Boer IH, et al. Vitamin D and vascular disease in diabetes patients. J Am Soc Nephrol. 2014;25(4):719–29. [16] Schaper NC, et al. Prevention and management of foot problems in diabetes: a summary guidance. Diabetes Metab Res Rev. 2020; 36(S1):e3269. [17] American Association of Clinical Endocrinologists. Age at diagnosis and risk of complications in diabetes. Endocr Pract. 2022; 28(6): 570–8. [18] Marso SP, et al. Liraglutide and cardiovascular outcomes in T2DM. NEJM. 2016;375:311*22. [19] ACCORD Study Group. Effects of intensive glucose lowering in type 2 diabetes. N Engl J Med. 2008;358:2545–59.


¿Te impactó esta información? No guardes el conocimiento solo para ti: comparte este artículo con tus seres queridos, pacientes y colegas. Puedes salvar vidas o, al menos, evitar sufrimientos innecesarios. Y si buscas los mejores suplementos, consulta Nutra777: https://nutra777.com/mx.

Atentamente, Dr. Pedásquez


Dr. Pedasquez
Endocrinólogo, Doctor en Ciencias Médicas.
Share