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La importancia de controlar la diabetes para evitar problemas renales

23 October 2025 Read time: 12min

¿Te has preguntado alguna vez por qué la diabetes es tan peligrosa para tus riñones? ¿Crees que con “controlar el azúcar” basta para evitar complicaciones? Lamentablemente, la historia va mucho más allá de lo que la televisión o los anuncios nos cuentan. Si tienes diabetes –tipo 1, tipo 2, LADA o cualquier otra variante–, este artículo puede ser lo más importante que leas hoy… o en todo el año. Bienvenido al universo sin anestesia de la nefropatía diabética, uno de los principales azotes de la salud renal a nivel mundial, y la razón más frecuente de ingreso a terapias de sustitución renal (hemodiálisis o trasplante) en México y América Latina¹.

La epidemia silenciosa: diabetes y riñón en cifras crueles

Hoy, México vive una epidemia de diabetes: la prevalencia reportada supera el 14% en adultos mayores de 20 años, con cifras crecientes en adolescentes². De cada 100 mexicanos con diabetes, al menos 30–40 desarrollarán algún grado de daño renal en los siguientes 10 a 15 años³. Lo más brutal es que la mayoría no lo detecta: la insuficiencia renal crónica relacionada con diabetes es típicamente asintomática en fases tempranas. Cuando aparecen signos evidentes —fatiga, hinchazón, presión arterial fuera de control, alteraciones en el apetito— el reloj ya está arañando los límites del tiempo perdido.

¿Por qué la diabetes “destroza” los riñones? Explicación sin rodeos

Que quede clarísimo: el problema NO es solo el azúcar. La diabetes implica un ambiente metabólico devastador: hiperglucemia crónica, inflamación sistémica de bajo grado, estrés oxidativo y alteraciones de las grasas circulantes⁴. Este escenario afecta los diminutos vasos sanguíneos del riñón (glomérulos), aumentando la presión interna e induciendo daño progresivo a las unidades filtrantes.

El azúcar alta daña directamente las paredes de los capilares renales. Pero además, la famosa “albuminuria” (proteínas en orina que nunca deberían estar allí) marca el inicio de un círculo vicioso: se pierde capacidad de filtración, el cuerpo retiene toxinas, sube el riesgo de hipertensión, y los riñones aceleran su deterioro⁵. Lo peor: la nefropatía diabética también te hace 10 a 40 veces más propenso a morir de enfermedad cardiovascular⁶.

Control estricto = riñones que duran décadas: esto ya no es debatible

Nadie llega a diálisis repentinamente. El daño renal es una suma de pequeños errores día tras día. Estudios capitales como el Diabetes Control and Complications Trial (DCCT) y el UK Prospective Diabetes Study (UKPDS) demostraron que mantener glucosa en ayuno <110 mg/dL, y hemoglobina glucosilada (HbA1c) por debajo de 6.5–7%, reduce hasta en 50–70% la aparición y progresión de nefropatía diabética⁷⁻⁸. ¡No es placebo: es fisiología comprobada!

Pero ojo, no es solo el azúcar: mantener presión arterial <130/80 mmHg (idealmente con IECA o ARA-II, no cualquier antihipertensivo), lípidos en metas y peso saludable es igual de trascendental⁹. Incluso en personas con diabetes tipo 2 sin albuminuria inicial, una intervención intensiva logra proteger los riñones a largo plazo¹⁰.

¿Cómo detectar daño renal a tiempo? Lo que ni el 90% de pacientes hace

La nefropatía diabética en el 80% de los casos inicia con albuminuria “micro”, totalmente indolora e invisible a simple vista. Por eso, se deben solicitar mediciones anuales de:

  • Albuminuria-en-orina-de-24-horas o cociente albumina/creatinina en muestra matutina (de preferencia)
  • Creatinina sérica y cálculo de la tasa de filtración glomerular estimada (TFGe)

No esperes a tener síntomas. Revisa estos laboratorios al menos una vez al año (más si ya tienes daño renal previo). Recuerda: si aparece cualquier grado de albuminuria, el tiempo de reacción es oro¹¹.

Mitos fatales que debes desterrar YA…

  • “Si no me siento mal, mis riñones están bien”: FALSO. El daño es silencioso por años.
  • “Solo me cuido el azúcar, no importa tanto la presión/lípidos”: ERROR. La presión alta y el colesterol elevado destruyen igual o más rápido que la glucosa mal controlada.
  • “Un suplemento para riñón basta”: INSUFICIENTE, es solo parte integral de una estrategia multidimensional.
  • “No como sal, así que no me preocupo”: La hipertensión y diabetes interactúan más allá del sodio. El control debe ser multifactorial.

¿Sabías que el 60% de los mexicanos en diálisis llegaron allí por diagnóstico tardío de diabetes renal?

Muchos llegan a consulta nefrológica cuando ya no hay nada qué hacer salvo iniciar hemodiálisis. La nefropatía diabética avanzada se manifiesta con hinchazón, dificultad para respirar, palidez, náusea y estado mental alterado. ¡Pero el desenlace pudo evitarse con prevención intensiva desde los primeros años de diabetes!

Nutrición “antirenal”: la dieta es medicina para el metabolismo diabético

Aquí no hay espacio para dietas genéricas. El plan alimenticio de la persona con diabetes que quiere PROTEGER (y no solo postergar la destrucción de) sus riñones debe ser personalizado, calculado en proteína (de preferencia 0.8 g/kg/día), restricción absoluta de sodio <2.3 g/día, potasio vigilado (según función renal), enfoque en carbohidratos de bajo índice glucémico y eliminación de ultraprocesados¹².

Estudios recientes muestran que patrones similares a la dieta mediterránea, DASH o basada en plantas con proteínas de alta calidad, logran reducir la progresión de daño renal hasta en 39%, siempre de la mano con ejercicio y adecuado aporte de micronutrientes (vitamina D, B12, C, E, zinc, magnesio, omega-3)¹³⁻¹⁴. Recuerda que varios de estos micronutrientes pueden verse alterados, y suplementar de forma individualizada es crucial para evitar tanto deficiencias como excesos.

La revolución farmacológica moderna: mucho más allá de la insulina

Por si fuera poco, hoy existen medicamentos CARDIO-RENOPROTECTORES específicos: los inhibidores de SGLT2 (canagliflozina, dapagliflozina, empagliflozina) y los agonistas de GLP-1 han demostrado, en ensayos clínicos robustos, reducir el avance de daño renal y la necesidad de diálisis/trasplante en personas con diabetes tipo 2 (e incluso tipo 1, off-label)¹⁵. Si te han dado metformina “de rutina”, habla ya con tu endocrinólogo o internista sobre estos fármacos si tienes albuminuria o declive filtrativo, además de un control óptimo de glucosa y presión.

Vigilancia constante: el secreto de los “supervivientes” renales

El perfil de quien logra vivir 30, 40 o 50 años con diabetes sin caer en nefropatía avanzada NO es casual. Son pacientes (y familias) obsesionados con:

  1. Monitoreo frecuente (azúcar y presión arterial en casa, laboratorios cada 3–6 meses)
  2. Adherencia estricta a medicamentos
  3. Alimentación rigurosa, individualizada y vigilada por experto
  4. Actividad física regular (por lo menos 150 minutos semanales)
  5. Estrategias de reducción de estrés y sueño adecuado
  6. Educación y actualización continua (con grupos de apoyo, lectura y acompañamiento profesional)
  7. No esperar síntomas críticos para actuar

Vitaminas, suplementos y nutracéuticos: ¿sirven de algo?

Sí, pero solo en el contexto de una intervención global. Existen compuestos con respaldo científico para contribuir a la salud renal y el metabolismo diabético:

  • Vitamina D: deficiencia relacionada con peor progresión renal¹⁶
  • Omega-3: reducción de inflamación y triglicéridos, con posible freno a la albuminuria¹⁷
  • Coenzima Q10 y ácido alfa-lipoico: antioxidantes con potencial nefroprotector, aunque se requieren más estudios amplios¹⁸
  • Complejo B (particularmente B12, B6 y ácido fólico): imprescindibles en quienes toman metformina o presentan anemia/frágil función renal¹⁹

OJO: Nunca automedicarse. Toda suplementación debe ser pautada por médico o nutriólogo certificado, en función de laboratorios y comorbilidades. Pero, ¿dónde encontrar suplementos de alta calidad, seguros y comprobados? En mi tienda Nutra777 (https://nutra777.com/mx), contamos con una categoría exclusiva y especializada para diabetes y salud renal (https://nutra777.com/mx/diabetes). Te invito a consultar estos productos y llevar tu estrategia de prevención al siguiente nivel.

El peor error es la resignación: tomar el control está en tus manos

No creas nunca que “ya es tarde” para cuidar tus riñones. Incluso pacientes con daño avanzado han logrado frenar significativamente el deterioro e incluso recuperar cierta funcionalidad con intervenciones agresivas y personalizadas. La clave es ACTUAR HOY: controla azúcar, presión, dieta, peso y no dejes pasar los laboratorios de función renal, aunque te sientas “bien”.

En resumen — y sin adornos:

  • La diabetes es la principal causa de daño renal en México.
  • El daño es habitualmente INAPARENTE hasta etapas catastróficas.
  • Solo el control global de azúcar, presión, peso, lípidos y nutrición evita de forma comprobada el desastre renal.
  • La albuminuria es la campana de alerta que NUNCA debes ignorar.
  • Hay medicamentos y suplementos específicos con beneficio real; infórmate y toma asesoría profesional.

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Para opciones de vitaminas y suplementos avaladas, revisa Nutra777 o la sección de diabetes. Y si tienes cualquier duda, coméntala aquí: la respuesta puede ser la diferencia entre sobrevivir y vivir plenamente por décadas.

Referencias

  1. Rodríguez-Moran, M., Guerrero-Romero, F. (2020). Diabetes y nefropatía: panorama en México. Revista Salud Pública México, 62(3), 257-266.
  2. Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2022. INSP, Secretaría de Salud.
  3. Afkarian, M. et al. (2016). Kidney disease and increased mortality risk in type 2 diabetes. N Engl J Med, 376, 213-223.
  4. Tuttle, K. et al. (2022). Diabetic kidney disease: A report from the Kidney Disease: Improving Global Outcomes (KDIGO) 2022 guideline. Kidney Int, 101(6), 1096-1106.
  5. American Diabetes Association. (2024). Standards of Medical Care in Diabetes–Chronic Kidney Disease and Risk Management. Diabetes Care, 47(Suppl 1): S159–S176.
  6. Fox, C. S. et al. (2017). Cardiovascular risk in diabetic nephropathy. J Am Soc Nephrol, 28(2): 427–439.
  7. DCCT/EDIC Research Group (1993). The effect of intensive diabetes therapy on the development and progression of nephropathy. N Engl J Med, 329, 977-986.
  8. UK Prospective Diabetes Study (UKPDS) Group. (1998). Intensive blood-glucose control with sulphonylureas or insulin compared with conventional treatment and risk of complications. Lancet, 352, 837-853.
  9. KDIGO Blood Pressure Work Group (2021). Blood pressure management in chronic kidney disease. Kidney Int, 99, S1–S87.
  10. Holman, R.R., et al. (2008). 10-year follow-up of intensive glucose control in type 2 diabetes. New Engl J Med, 359, 1577-1589.
  11. Perkins, B.A., et al. (2007). Microalbuminuria and remission in type 1 diabetes. N Engl J Med, 356, 2156-2164.
  12. Mifflin, M.D. et al. (2018). Nutritional Management in Diabetic Kidney Disease. Nutrients, 10(2), 21.
  13. Banerjee, T. et al. (2021). Plant-Based Diets for Diabetic Kidney Disease: The Evidence is Blooming. Curr Diab Rep, 21(6), 35.
  14. Estruch, R. et al. (2018). Mediterranean diet and renal function decline. CJASN, 13(11), 1690-1697.
  15. Wanner, C. et al. (2016). Empagliflozin and progression of kidney disease in type 2 diabetes. NEJM, 375, 323–334.
  16. De Boer, I.H. et al. (2019). Vitamin D deficiency and renal endpoints. CJASN, 14(6), 840-852.
  17. Miller, E.R et al. (2022). Omega-3 Fatty Acids and Albuminuria. Kidney Int, 101(4), 822-829.
  18. Masi, S., Dainese, E. et al. (2020). Role of Coenzyme Q10 and Lipoic Acid. Int J Mol Sci, 21(23), 8978.
  19. Zoccal, C.B. et al. (2020). Metformin use and vitamin B12 deficiency. Clin Nutr, 39(3), 849-855.

Dr. Pedásquez — endocrinólogo y nutriólogo (que nunca olvida repasar laboratorios y hacer preguntas incómodas).
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Dr. Pedasquez
Endocrinólogo, Doctor en Ciencias Médicas.
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